Pese a obtener resultados esperanzadores, las nuevas terapias biológicas (células madre, factores de crecimiento, implantación de condrocitos, entre otras) no están todavía en condiciones de reemplazar, en un futuro cercano, a la cirugía de reemplazo como tratamiento de elección para artrosis de rodilla avanzada. Las terapias regenerativas podrían ser la clave del futuro para el tratamiento de la artrosis leve a moderada (numerosos estudios y ensayos clínicos están analizando el uso de células madre, de plasma rico en factores de crecimiento o la eliminación farmacológica de células senescentes de las articulaciones para ralentizar, detener, e incluso revertir la progresión de la artrosis), pero todavía no se ha conseguido optimizar los métodos para la producción de células madre para generar número suficiente, con una longevidad adecuada, y a costes asumibles. Así, por ejemplo , la producción in vitro de células de cartílago ha resultado ser más compleja de lo esperado, pues deben tenerse en cuenta factores como las cargas mecánicas a las que se someten estas células durante su desarrollo.
Por tanto, en la actualidad, el único método realmente eficaz para el tratamiento de la artrosis avanzada de rodilla, que permita al paciente recuperar la movilidad y lograr una mejora significativa de su calidad de vida, es la cirugía de reemplazo articular.
La prevención, factor clave para el manejo quirúrgico y no quirúrgico de la artrosis
La cirugía, gracias a las nuevas técnicas quirúrgicas y de manejo posoperatorios, está consiguiendo resultados cada vez mejores, con una vida útil ideal del implante de unos 20 años. Además de las nuevas técnicas, también se ha demostrado la importancia de tener en cuenta factores adicionales para mejorar las posibilidades de una intervención exitosa:
- Tener bajo control patologías crónicas como hipertensión o diabetes (también asociadas a obesidad y sobrepeso).
- Tonificar la masa muscular antes de la intervención.
- Disminuir el índice de masa corporal (IMC) previa a la artroplastia: factores prevenibles como la obesidad también han sido asociados a un mayor riesgo de infecciones y una menor longevidad de los implantes.
- Someterse a pruebas de deficiencias nutricionales (a fin de prevenir infecciones y evitar factores que podrían dificultar la cicatrización de heridas).
Por otra parte, si la cirugía de reemplazo es el único método que se ha demostrado eficaz para el tratamiento de la artrosis avanzada, esto no es así respecto a la artrosis leve a moderada, para la cual existen diversas opciones que permiten ralentizar todo lo posible el momento de la intervención quirúrgica. Dado que no se ha demostrado la utilidad de un reemplazo articular en artrosis moderada, medidas preventivas como reforzar la musculatura articular, reducir el peso (por medio de ejercicio moderado y dieta equilibrada) o el uso de fármacos modificadores del curso de la patología (como los condroprotectores) permiten, por un lado, ralentizar el momento de llevar a cabo una intervención quirúrgica, y, por otro, optimizar las posibilidades de realizar un implante exitoso, con una larga vida media, y una notable mejora de la calidad de vida del paciente, e incluso de su esperanza de vida.
Foto: Scaffold used to grow stem cells. Guilak lab, Washington University.