Un estudio del Departamento de Radiología e Imagen Biomédica de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), ha determinado que los pacientes obesos que pierden una cantidad sustanciosa de su peso pueden frenar la degeneración del cartílago de sus rodillas. Dicho estudio se presentó durante la reunión anual de la Sociedad Radiológica de América del Norte (RSNA).
Concretamente se demostraba que los pacientes obesos que logran perder un 10% de su peso consiguen también frenar la degeneración del cartílago y por tanto la gonartrosis. En el estudio participaron 506 pacientes con obesidad a los que se dividió en tres grupos: los que no perdieron peso, un segundo grupo que perdió algo de peso, y los que perdieron más de un 10 por ciento de su peso total.
A través de imágenes de resonancia magnética (tiempo de relajación T2) que se analizaron durante un tiempo de cuatro años, los científicos pudieron comprobar que la degeneración del cartílago era mucho menor en el grupo que perdió más del 10 por ciento de su masa corporal, especialmente en las regiones de la rodilla destinadas a cargar peso. A pesar de ello, no hubo prácticamente diferencia entre el grupo que perdió menos del 10% de su peso y los que no perdieron peso en absoluto.
Los autores del estudio destacan que una pérdida significativa del sobrepeso no sólo contribuye a frenar la evolución de la artrosis, sino que también puede prevenir su aparición. Es por tanto una de las principales medidas preventivas que se han de tomar, junto con el ejercicio moderado.
En Estados Unidos, la degeneración del cartílago de la rodilla se está convirtiendo en un lugar común entre la generación de los “baby boomers” que envejece, por eso lo mejor es que estas medidas se tomen cuanto antes.