La agencia reguladora de alimentos y medicamentos de los EE.UU., la FDA (Food and Drug Administration) reclama un mayor control del etiquetado de los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) con respecto a sus posibles efectos secundarios en la salud cardiovascular.
La FDA ha emitido un comunicado solicitando una vigilancia más estricta en el etiquetado de estos fármacos así como un refuerzo de las advertencias ya existentes en los prospectos sobre posibles riesgos de infarto cardíaco o cerebral. El comunicado, basado en una revisión completa de estudios de farmacovigilancia, comenta que los pacientes que toman AINE deben buscar ayuda de inmediato si experimentan dolor en el pecho, debilidad en un lado del cuerpo, se quedan sin aliento o tienen dificultades para respirar o hablar.
Según la Dra. Montserrat Romero, portavoz de la Sociedad Española de Reumatología (SER), los efectos adversos de estos fármacos “no son desdeñables, y cabe destacar sus consecuencias sobre el tubo digestivo, sobre la función renal y sobre el sistema cardiovascular”. Es importante que las personas que toman AINE sean conscientes de que estos fármacos aumentan el riesgo de infarto. En un principio se pensó que estos efectos se daban en pacientes de riesgo (edad avanzada, otras enfermedades), pero más tarde se vio que sus efectos secundarios podían aparecer a los pocos días o semanas, y en personas sin factores de riesgo.
En el caso de la artrosis, la Dra. Romero explica que existen otras opciones de tratamiento como el condroitín sulfato o la glucosamina, cuyo mecanismo de acción es muy diferente al de los AINE y no tienen efectos secundarios comparables. Varios estudios han demostrado que pueden preservar el cartílago de las articulaciones. Asimismo, tal y como se confirmó en el último congreso internacional de reumatología (OARSI 2015) varios estudios confirman una menor toxicidad cardiovascular de estos
fármacos frente a los AINE.
Fuente: La Razón