Las hormonas femeninas podrían ser la causa.
Investigadores estadounidenses han descubierto que las mujeres que toman anticonceptivos hormonales, que reducen y estabilizan los niveles de estrógenos (hormonas femeninas) son menos propensas a sufrir lesiones graves de rodilla.
Las mujeres que practican atletismo tienen 1,5 a 2 veces más posibilidades de sufrir lesiones de ligamento anterior cruzado que los hombres. El ligamento anterior cruzado conecta las porciones inferior y superior de la rodilla. Los daños de este ligamento suponen una lesión atlética grave que puede llegar a modificar la carrera de un atleta. Después de una lesión de ligamento cruzado, muchos deportistas no pueden recuperar su ritmo de competición anterior. Asimismo, esta lesión puede causar diversos problemas crónicos: inestabilidad de rodilla, artrosis temprana, problemas psicológicos, entre otros.
Tras analizar una base de datos de 23.428 mujeres jóvenes (de entre 15 y 19 años) el estudio llegó a la conclusión de que las mujeres con una lesión de ligamento cruzado que tomaban anticonceptivos orales tenían menor necesidad de cirugía correctiva que las mujeres de la misma edad con la misma lesión pero que no tomaban píldoras anticonceptivas hormonales. Los investigadores creen que esto se explica porque la hormona femenina (estrógeno) debilita el ligamento cruzado, haciendo que las mujeres sean más propensas a lesiones de dicho ligamento. Un estudio anterior ya había demostrado que las lesiones de ligamento cruzado en mujeres tienen lugar durante los momentos de su ciclo menstrual en los que los niveles de estrógenos son elevados.
Las píldoras ayudan a mantener niveles menores y más estables de estrógenos, lo cual podría prevenir la fragilidad del ligamento cruzado. Partiendo de este dato, los investigadores analizaron si el uso de anticonceptivos orales protege contra lesiones del ligamento cruzado que requieren cirugía correctiva. Las mujeres de entre 15 y 19 años que necesitaron cirugía reconstructiva de la rodilla (con diferencia el grupo de edad con mayor número de lesiones de ligamento cruzado) tenían un 22% menos posibilidades de utilizar la píldora que las mujeres no lesionadas del mismo grupo de edad. Los autores achacan este aumento de roturas de ligamento cruzado en chicas de 15-19 años a dos factores. En primer lugar, el pronunciado aumento de sus niveles de estrógenos durante la pubertad, y, en segundo lugar, los “estirones” de las piernas. Después de uno de estos “estirones” de crecimiento, a las adolescentes les lleva cierto tiempo alcanzar una buena coordinación de sus recién crecidos miembros, con lo que el riesgo de lesión aumenta.
Las atletas utilizan en la actualidad píldoras anticonceptivas por diversos motivos, entre los que se encuentran ciclos más regulares y soportables. La reducción del riesgo de lesiones, concluyen los investigadores, podría ser un motivo más.